¿QUÉ ES EL PERÍODO DE ADAPTACIÓN?
Para el niño su entrada en la escuela es una experiencia de separación de la familia y una adaptación a situaciones nuevas, en un ámbito desconocido, con la consiguiente inseguridad que esto genera.
MANIFESTACIONES DEL NIÑO
Exteriorizándolo: Su rechazo abiertamente, llorando, expresándolo incluso verbalmente, negándose a participar en actividades, juegos, comida, dormitorio, mostrándose violento con niños y adultos, etc.
Interiorizándolo: Cambios en su comportamiento, falta de apetito, descontrol de esfínteres, falta de sueño…
FASES DE LA ADAPTACIÓN
Cada niño tiene una personalidad propia, una familia, un momento madurativo y afectivo distintos, por lo que su proceso de adaptación será también distinto.
Habrá niños que no demuestren ningún rechazo, otros que no lo manifestarán los primeros días y sin embargo lo sufran después, niños que lloran sólo al principio, otros que tan solo rechacen momentos concretos: comida, dormitorio, entrada…
![]() Por lo tanto no plantearemos el período de adaptación como un tiempo concreto, sino como una serie de comportamientos individuales ante un conflicto, y como tal la respuesta de la escuela será individual y atendiendo a cada problema concreto.
¿CÓMO AYUDAR A VUESTROS HIJOS A PASAR POR ESA TRANSICIÓN DE LA MEJOR MANERA POSIBLE?
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¿CUÁNDO SE PUEDE CONSIDERAR QUE EL NIÑO ESTÁ ADAPTADO? Consideramos que el niño está adaptado cuando es capaz de intercambiar experiencias, cuando habla en casa de lo que sucede en la escuela, y en ésta de lo que vive y pasa en casa, cuando ofrece y acepta una comunicación afectiva con la educadora y con sus compañeros. Si esto sucede, utiliza más y mejor el espacio y los materiales y su relación y contacto en y con el grupo es más abierta y espontánea.
Esto no quiere decir que no se den situaciones de regresión, que no son tales si los adultos que convivimos con ellos (padres y educadores) somos capaces de admitirlas y comprenderlas, asociándolas a procesos normales del desarrollo evolutivo, que permiten reelaborar y reforzar situaciones aparentemente asimiladas o interiorizadas.
Finalmente, sin perder de vista que el intento fundamental de nuestra escuela es que EL NIÑO SEA FELIZ, es evidente que si el periodo de adaptación es adecuado, y no le supone excesivo sufrimiento la separación de sus figuras de apego, le ayudará a empezar felizmente su escolaridad.
La colaboración de los padres va a ser fundamental para que juntos ayudemos a que los niñ@s vean la escuela como una casa que les da seguridad, confianza, que les ofrece la satisfacción de sus necesidades, que les estimula, en definitiva, una casa donde desarrollarse y crecer felices. |
CONSEJOS |
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